LOS JÓVENES DE URABÁ DESCUBREN SUS CAPACIDADES

Sembrar la semilla es cultivar en los jóvenes una serie de habilidades que podrán potenciar en el camino a sus metas, unas capacidades que descubren en ellos mismos y que se dedican a fortalecer porque saben que ellos mismos pueden trazar su propio camino, que ellos pueden convertirse en agentes de cambio para sus comunidades y que son ellos quienes pueden alzar la voz para que hacer ese llamado a la transformación de la región.

Entre 367 jóvenes participantes del proyecto Atrévete a soñar Urabá se escucha hablar de cambios personales que hoy los hacen sentirse más seguros consigo mismos, que son capaces de lograr sus sueños como es el caso de Cindy Barba, una joven del corregimiento de Barranquillitas en Chigorodó, “a nivel personal me ayudó a volver a tener confianza, volver a hacer las cosas, saber que yo puedo lograrlas, sentirme capaz de hacer algo por mí misma”, asegura.

Abonar un terreno para que cada día las nuevas generaciones cuenten con un territorio con oportunidades, un lugar donde se puede soñar y en el que se puede trabajar para lograr esos sueños. Para eso los y las jóvenes aprenden herramientas para dar pasos más firmes en ese camino hacía sus metas, un ejemplo de esto lo da Laura Giraldo, quien asegura que su aprendizaje más valioso fue la comunicación asertiva, porque esta le permite entender el contexto, ser más empática y generar vínculos con otros y otras, además expresa que “aprendí a comunicarme con las personas, a saber cómo expresarme, cómo hablar”.

Reconocer sus pequeños cambios personales es, tal vez, el paso más significativo de todo el proceso formativo que realizan durante el proyecto, pues logran un autoconocimiento que no solo les permitirá valorar sus virtudes, sino también identificar sus puntos a mejorar para convertirse en líderes de sus territorios. Para Arley Gil descubrir que su mayor transformación fue poder controlar sus emociones y con esto lograr mejores relaciones con otras personas, cambió su vida totalmente, “ya no era tan impulsivo, era más práctico a la hora de socializar con las personas, si había algo que me molestaba yo lo tomaba en cuenta o si era algo que tenía que corregir en mí, y eso lo tuve siempre presente”, dice.

“Conectarse con muchos mundos trae más creatividad a tu cerebro, te hace pensar diferente” así se expresa Gina Garibello para hacer referencia a sus aprendizajes y descubrimientos en el proyecto, para ella lo más trascendental fue conversar con el que es diferente, debatir con sus compañeros las diversidad de opciones que existen para solucionar una misma problemática y, sobre todo, sentir la tranquilidad de dar su punto de vista sin sentir que será criticada por no pensar igual que los demás.

Estos son solo algunos de los cambios más significativos que viven los jóvenes del proyecto Atrévete a soñar en Urabá, jóvenes que sólo necesitan un punto de apoyo para mover el mundo, un ápice de conocimiento para convertirse en grandes personas, una mano amiga que los ayude a atreverse a soñar.

 

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